El pasado martes 13 de Mayo una terrible noticia volvió a arremeter contra el sector minero, esta vez en Turquía. A día de hoy, son más de 240 los fallecidos y otros 400 trabajadores los que siguen encerrados en los túneles, luchando, una vez más, por poder sobrevivir. La versión oficial de los hechos, respaldada por el primer ministro turco Erdogan y la empresa privada "Soma Coal Mining Company" son la repentina explosión de uno de los transformadores eléctricos de la mina, versión que pretenden que sea la aceptada por la comunidad internacional, saliendo, como siempre, los verdaderos culpables con las manos limpias.
Turquía es el país de Europa con la tasa más baja de seguridad laboral, poseen el macabro récord de 3 trabajadores muertos al día en accidentes laborales.
El director de la empresa minera, salía hace unos días a declarar el inmenso ahorro que habían conseguido en la compañía tras la privatización de la misma (antes pertenecía a la empresa estatal de minería). Uno de los motivos del espectacular ahorro fue la sustitución de los generadores eléctricos que poseían por unos de manufacturación propia. Las condiciones de seguridad de la Mina de Soma eran "infrahumanas" según observadores europeos y sindicatos mineros de la zona. Además, los trabajadores del pozo tenían unas condiciones laborales vergonzosas, contando con salarios de 400 a 500 euros mensuales.
Los trabajadores supervivientes de la tragedia apuntan que el origen de la explosión pudo ser un almacén de residuos de extracción sin ningún tipo de medida de seguridad que se encontraba en el propio pozo, y el cual era altamente inflamable
Todo el pueblo turco, conmocionado por la tragedia, y sabiendo a ciencia cierta quienes han sido los culpables de esta masacre, han convocado para el día de hoy, 15 de Mayo una huelga general, secundada por el sindicato de arquitectos e ingenieros.
El gobierno de Erdogan ya se ha apresurado a cargar contra las marchas de solidaridad con los mineros, ayer mismo, una convocatoria silenciosa en recuerdo de los fallecidos fue disuelta mediante el lanzamiento de gases lacrimógenos por la policía turca, no se descarta el aumento de la represión a medida que se multipliquen los actos de solidaridad.
Desde la Asociación Universitaria Conciencia Minera mostramos nuestro máximo apoyo y solidaridad con los trabajadores heridos, y familiares de los fallecidos, así como una clara condena a aquellos que por sólo pensar en los beneficios provocan masacres humanas, un crimen que no tiene, ni tendrá nunca excusa ni perdón.
De Madrid a Soma, solidaridad minera
Ni un trabajador más muerto por la ambición empresarial.
Viva la lucha del pueblo turco.
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